El viernes, cinco asociaciones industriales europeas declararon en un comunicado conjunto que pidieron a la Bolsa de Metales de Londres (LME) que ignorara los llamamientos a prohibir el aluminio ruso porque perjudicaría a los consumidores de metales más pequeños en Europa.
La semana pasada, la noruega Norsk Hydro instó a la LME a reconsiderar su decisión de no prohibir el aluminio ruso de su red de almacenamiento porque los grandes suministros estaban poniendo en peligro el estatus de referencia de sus contratos. Rusal respondió en ese momento que Hydro estaba desestabilizando el mercado para su propio beneficio.
Y el llamamiento de Hydro no está ganando tracción en Europa, donde las últimas noticias sugieren que cinco grupos, la Federación Europea de Consumidores de Aluminio (FACE), la Asociación Federal Alemana para el Desarrollo Económico y el Comercio Exterior (BWA), la Asociación de Proveedores de Fundición Italiana (AMAFOND), la Asociación Italiana de Distribuidores de Chatarra, Materias Primas y Productos de Acero (ASSOFERMET) y la Asociación Italiana de Fundición (ASSOFOND), dijeron que cualquier restricción a las fuentes rusas tendría un impacto "devastador" en la cadena de valor del aluminio de la UE.
"Estos llamamientos a la prohibición y las sanciones parecen ser otro intento de un oligopolio de eliminar fácilmente a los competidores con prácticas no de mercado y convertir a Europa en un mercado controlado solo por ellos", escribió Mario Conserva, secretario general de FACE, en la carta.
Rusia es un importante exportador de aluminio, acero, titanio y otros metales, y la producción de aluminio representa aproximadamente el 6% del total mundial. En noviembre, la LME decidió no prohibir la entrega de nuevos metales rusos después de consultar al mercado. Desde entonces, la cuota de aluminio, un metal de Rusia, en los inventarios de la LME ha aumentado significativamente.
El aluminio ruso representó menos del 18 por ciento del stock de aluminio disponible en los almacenes registrados en la LME en octubre, aumentando al 41 por ciento en enero, al 68 por ciento en mayo y al 80 por ciento en junio. Hydro cree que esta cuota de suministro está poniendo en peligro el estatus de referencia del contrato de la LME.
La asociación europea del aluminio dijo a principios de este mes que también estaba considerando presionar a la UE para que impusiera sanciones al aluminio ruso, pero no se dirigía específicamente a Rusal.
Vale la pena mencionar que en octubre del año pasado, cinco grupos pidieron a la Comisión Europea y a los estados miembros de la UE que tomaran medidas de intervención urgentes para evitar que el aluminio ruso fuera objeto de sanciones, boicots, altos aranceles, etc.
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